sábado, 5 de julio de 2014

Capitulo 2~

Tras decir ese nombre, el rostro de John empalideció mostrandose asustado y por supuesto sorprendido. Hacía demasiado tiempo que no pensaba en Nunca Jamás, en aquella noche que se convirtió en una de las mejores de toda su infancia. En ese momento, todas las imágenes de las aventuras, las risas, las lágrimas al volver... aparecieron como un cañón de película en su mente. 
Wendy, que pareció darse cuenta del temor de su hermano dejó el pergamino encima de su cama y dirigió una mirada cargada de positividad a su hermano pequeño:
No despiertes a Michael. ¿Estás dispuesto a volver?Preguntó decidida la mayor de los Darling.

—¿Volver? 

—Al país de Nunca Jamás.— respondió Wendy mientras se quitaba el camisón blanco que solía llevar todas las noches, cambiándolo por un vestido verde que llegaba a la altura de la rodilla. Llevaba un fajín no demasiado elegante de un tono verde más oscuro y finalizaba en una manga corta que se pegaba a la sisa de la chica. John, vestía unos pantalones vaqueros y una camisa negra de manga corta. Todo estaba listo, pero faltaba algo muy importante, algo que solo un tipo de persona posee...

—Polvo de hada.—Dijo John adivinando los pensamientos de su hermana.

Wendy se llevó un buen chasco pero intentó disimularlo lo menos posible, pensar un segundo en polvo de hada hacía que automáticamente, recuerdos de Peter llegaran a su mente, provocando que Wendy, se sentara en el borde de la cama casi dándose por vencida. 
John, en cambio, fue a abrir la ventana de la habitación con la esperanza tan simple de... volar, sin más. A él también le sonaba extraño, pero más extraña era la idea de que la ventana, concretamente, esa ventana estuviera cerrada. Nada más abrirla, contempló un punto en la lejanía que cada vez se iba haciendo más y más grande a medida que se acercaba, primero lo miró como si fuera algo que se ve todos los días, pero, al distinguir la espada en el lado izquiero de sus ropajes, dirigió una mirada más atenta y tras limpiar sus gafas varias veces exclamo su nombre.

—¡Peter!

En la ventana, con las manos en jarras, se encontraba Peter Pan, y en su hombro relucía como hada que era, Campanilla. Peter observó la habitación con Michael durmiendo, voló hasta estar encima de él y tras ver que estaba dormido dirigió una mirada rápida, aún sobrevolando la cama de Michael, a la habitación, hasta que su mirada llegó a Wendy. La chica seguía sentada en el borde de la cama, ahora con la nota de Garfio entre las manos, en ningún momento había dirigido la mirada a la ventana para observar al chico. Él, en cambio se quedó en silencio mirando el cabello largo de Wendy, había crecido, pero no era lo único. Ella también había crecido, una leve sonrisa se dibujó en el rostro del muchacho, pensando como cada día que pasaba sin verla, que algún día, ella sería demasiado mayor para recordarle.

Wendy.— Se atrevió a decir el joven con los ojos brillantes al volver a verla.

Ella, giró la cabeza para mirarle, su expresión no mostraba felicidad, si no, más bien tristeza. Esa tristeza poco a poco se fue transformando en una sonrisa que cada era más y más amplia. Volver a verle, volver a verle era aquello que tanto había deseado. Él, al ver su sonrisa, voló hasta quedar delante de ella e hizo una reverencia mostrando una felicidad, que era poco habitual en él. Pero el momento de euforia de Wendy, no duró demasiado, tras ponerse en pie y repetir la reverencia, una única pregunta asaltó su cabeza haciendo que esta comenzara a doler. "¿Por que no había vuelto en todo ese tiempo?" La sonrisa comenzó a borrarse como lápiz después de pasar una goma de borrar, Peter, que se dio cuenta, fue a agarrar la muñeca de la chica antes de que su mirada no coincidiese con la suya, pero el gesto fue tardío ya que Wendy, se dirigió a Campanilla, que estaba volando en la ventana. El hada sonrió a la niña y se arrimó a su hombro para recibir un abrazo, ambas se dieron un pequeño abrazo. Mientras que Peter observaba la escena con la mirada baja. 

¡Rocíame Campanilla!— le dijo Wendy a quien empezó a dar vueltas y vueltas a su alrededor haciendo que millones de lo que parecían gotitas de agua minúsculas de un color dorado, aparecieran formando una espiral de colores amarillos y brillantes, aquel torbellino de magia, provocó que Wendy se alzara del suelo y sonriera al estar en el aire.
Campanilla, repitió la operación con John y luego se dirigió a Peter, que no había dejado de observar a la niña.
Wendy reía cada vez más sintiendose feliz de verdad por primera vez en dos años, dio varias vueltas en el aire y miró por la ventana dispuesta a salir volando. John y Campanilla se adelantaron y salieron antes de la casa avanzando hasta su destino, provocando que un recuerdo triste, llamémoslo nostalgia, apareciera en Wendy haciendo que descendiera del aire y permaneciera de pie en la ventana. Peter sabía lo que sucedía pero no estaba dispuesto a hacer que Wendy estuviera triste. Así que avanzó un poco por delante de ella y, en el aire, le ofreció su mano como siempre hacía. Wendy dirigió la mirada hacia la mano de Peter.

—¿Por qué? —Preguntó sin especificicar. —¿Por que no volviste nunca?—cuestionó poco despuès mientras se le quevraba un poco la voz.

—Era lo mejor Wendy... pasaron demasiadas cosas...—Respondió el chico pensando en todo lo que había pasado, pero, mintiendo en parte. Ya que sí había vuelto...

—¿Lo mejor para quién? —Volvió a preguntar Wendy echando a volar rechazando su mano. Peter jamás llegaría a entender lo que ella sentía, jamás llegaría a entender nada acerca de los sentimientos. Y eso, lo sabía desde el momento en que intentó hablar con él de ello dos años atrás, mientras bailaban en la danza de las hadas. "Nunca he sentido eso, hasta la palabra me revienta" Recordó la respuesta del chico ante la pregunta del conocimiento del amor. 
Wendy no sabía que era lo que sentía por ese niño, pero estaba claro que aquello que fuera lo que sintiera, tenía que desaparecer, en fin, todo el mundo sabe que, esos sentimientos solo suceden de verdad, cuando se crece. Ella ya lo había hecho, pero él, seguía siendo el niño que no quería crecer. 








jueves, 3 de julio de 2014

Capítulo 1~

La ventana permanecía abierta como todos los días que habían pasado, Wendy, había cumplido quince años, John y Michael aún disfrutaban de la infancia que poco a poco se acababa. Su hermana en cambio, ante las obligaciones de sus padres, tuvo que dejar la infancia atrás un año antes. Atendía la casa compaginándolo con sus estudios, cuidaba de sus hermanos, cocinaba... Y nunca, por mucho tiempo que hubiera pasado, cerró aquella ventana.
Su actitud había cambiado notablemente, cada día que pasaba por delante de aquella ventana, su rostro se entristecía y solo podía mirar al suelo con la esperanza de que un día, volviera. Sus padres cada vez estaban más preocupados, tras preguntar un millón de veces a sus hermanos, y a ella misma, no consiguieron saber que era lo que tanto preocupaba a su hija. Ella, solía excusarse con la misma frase: —Solo estoy cansada.
Pero era mucho más que un cansancio, tras dos años sin saber nada de Peter Pan, tras dos años perdidos esperando a que volviese, la cabeza de Wendy era una coctelera que no hacía nada más que dar vueltas. Todos los días se preguntaba, ¿qué hubiera pasado, si se hubiera quedado allí? 
Había hablado del tema varias veces con su hermano John, quien, al estar demasiado centrado en sus estudios, había perdido la ilusión de volver a Nunca Jamás y... no crecer. Él, decía ser realista pero Wendy se negaba a creer que jamás volvería a ver a ese chico. 

Una mañana fría de invierno, Wendy se despertó al ver que las cortinas de su ventana se movían, aún dormida observó como el aire mecía la cortina blanca de seda y el aire frío entraba en la habitación y hacía que su cuerpo temblara. Tras ponerse las zapatillas, y ponerse en pie, caminó decidida hacia la ventana y, la cerró. Después de hacerlo, solo pudo salir de la habitación, el pasillo estaba solitario y frío, la calefacción aún no estaba activada y sus padres habrían acudido al trabajo un día más. Apoyó la mano en la barandilla de madera que llevaba hasta el primer piso de la casa con la intención de llegar a la cocina. Allí, se preparó un chocolate caliente, y tras sacarlo del microondas, oyó un ruido fuerte en las escaleras. Alertada, soltó de golpe la taza de chocolate haciendo que esta se rompiera en miles de pedazos en el gélido suelo mientras que las blanquecinas baldosas, se teñían del marrón del chocolate. Echó a correr a las escaleras y entró en la habitación donde John y Michael aún dormían. Dentro, pudo comprobar como la ventana, había sido abierta... 
—Es el aire, solo ha sido el aire.—Se repetía a sí misma una y otra vez.
Pero no era ni mucho menos el aire, era alguien que Wendy conocía bastante bien, una silueta con forma de espada es lo único que pudo ver de reojo, rápidamente se dio la vuelta y pudo ver la espada clavada en la pared, la empuñadura era de un dorado oxidado, parecía bastante antigua, y varias gemas de colores adornaban el color dorado haciendo que no pareciera tan sumamente antigua, reconoció una de las gemas en cuanto la vio, era una esmeralda, una esmeralda que al mirarla podía verse reflejada en ella, una esmeralda que pertenecía... al tesoro de Peter. Wendy comenzó a atar cabos y una sonrisa se dibujó automáticamente en su rostro, había vuelto. Pero, la sonrisa se empezó a borrar poco a poco al dirigir la mirada hacia lo que sujetaba la espada... Un pergamino de un color carne, colgaba de la pared de los Darling, y la caligrafía, era reconocible a diez mil metros de distancia. Wendy cogió la nota mientras la leía para sus adentros, a los pocos segundos las lágrimas brotaron poco a poco de sus ojos, haciendo que John, se despertara. 
—W-Wendy... ¿qué ha pasa...?
John no fue capaz de terminar la frase, ya que a la vez que hablaba, caminaba al encuentro de su hermana y leía con ella la nota.
—No puede ser... —Consiguió decir Jonh al terminar de leer la nota.
—Sí, Garfio ha vuelto a Nunca Jamás.












miércoles, 2 de julio de 2014



Solo se necesita, fe, confianza y... polvo de hadas ~












 

-Wendy Moira Angela Darling, ¿y tú?

-Peter Pan



















<<Wendy, olvídalos a todos, vente conmigo a un lugar donde nunca, nunca jamás tendrás que preocuparte por cosas de mayores...>>
-Nunca es mucho tiempo...







El Blog

Hola a todos queridos amigos y amigas. 
Quería hacer una breve introducción de lo que va a ser el blog "¿Nunca Jamás?" Creo que como a algunos de los que estáis leyendo esta entrada, ha habido un momento de nuestra vida en el que, ni queríamos crecer y llegando aún más lejos, queríamos llegar a Nunca Jamás y no crecer más...
Pues en fin, en este blog encontraréis historias de varios de los grupos que vimos en Peter Pan. En esta página principal, iré mostrando capítulos creados por mí continuando la historia del niño que no quería crecer. Mientras que en las páginas situadas en el panel de la derecha, contaré algunas otras historias de los demás personajes que aparecieron en la magia de Peter pan.
Gracias por pararos a leer un poco de la historia del blog, y espero que disfrutéis de él. :) 
Por que Nunca, es mucho tiempo pero... ¿Y si lo ponemos entre interrogaciones?

-momi-